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Porqué nos preocupa que no vacunes a tus hijos.

Las vacunas son una de las más potentes y eficaces medidas preventivas desarrolladas por la medicina. Previenen


enfermedades discapacitantes, salvan y han salvado millones de vidas. Después de la potabilización del agua es la medida con mayor impacto en la historia de la salud pública.


Existen tres tipos de estrategias de inmunización utilizadas para proteger a las personas, comenzaré por las orientadas a la protección del recién nacido, luego a la embarazada y finalmente a la población general.



1. ESTRATEGIA CAPULLO


Consiste en la inmunización contra el Coqueluche o tos convulsiva, una infección bacteriana aguda que afecta el tracto respiratorio y ataca principalmente a los niños. A partir del año 2010 se ha visto un aumento de casos en Europa, Canadá, Estados Unidos y America Latina, con un aumento de casos a partir del 2012 en Chile.


Los recién nacidos y lactantes entre 0 a 6 meses están particularmente en riesgo de contraer la enfermedad a través de la transmisión de personas cercanas: los padres, hermanos o cuidadores y profesionales de la salud que los atienden son las principales fuentes de contagio. Al adquirir la infección, los adultos pueden tener manifestaciones clínicas de poca severidad, siendo la más común la tos prolongada y mantienen la bacteria responsable de la enfermedad (Bordetella pertussis) en la faringe y en secreciones respiratorias, que al no ser tratado por la falta de síntomas, constituye una fuente infecciosa para lactantes que no han sido vacunados o tienen su esquema de vacunación incompleto.


Para proteger a esta población en riesgo, la estrategia capullo se encarga de inmunizar a quienes estarán en contacto con el lactante menor de 2 meses en su hogar: padres, hermanos mayores de 12 años, otros miembros de la familia, cuidadores que vivan en el hogar y personal de salud en contacto con lactantes menores de 2 meses en el sector hospitalario y ambulatorio. Chile inicia esta estrategia a partir del año 2012.


Importancia de que no te vacunes:

Si eres madre, padre o familiar que conviva con un menor de dos meses: PREVENCIÓN. Más de la mitad de los bebés menores de 1 año de edad que contraen coqueluche deben ser hospitalizados. Mientras más pequeño sea el bebé, mayores serán las probabilidades de que necesite tratamiento en un hospital.


De los bebés que son hospitalizados por coqueluche:

• 1 de cada 5 contrae neumonía

• 1 de cada 100 tendrá convulsiones

• La mitad tendrá apnea

• 1 de cada 300 tendrá encefalopatía

• 1 de cada 100 morirá.


2. ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN A MUJERES EMBARAZADAS


Consiste en vacunar a mujeres embarazadas desde la semana 13 de gestación contra la influenza (también llamada Gripe). La influenza en una enfermedad de alta morbimortalidad y que además trae como consecuencias altos costos económicos. Los cambios inmunológicos, cardiovasculares y respiratorios que se producen en la mujer durante el embarazo la hacen más propensa a contraer cuadros gripales graves que pueden derivar en hospitalizaciones o incluso la muerte, sobretodo si presentan otras patologías asociadas donde el riesgo aumenta aún más. Existe evidencia que la influenza en el embarazo aumentaría el riesgo de complicaciones como el aborto, mortinato y parto prematuro. La inmunización es la medida más efectiva en la prevención de la enfermedad, beneficiaría a la madre y al recién nacido mediante el traspaso de anticuerpos desde la madre durante el embarazo y la lactancia, reduciendo la infección un 63% hasta los 6 meses en el niño. La vacuna no es apta para el uso en niños hasta los 6 meses de edad.


La vacunación en embarazadas es segura y los efectos adversos más comunes son los mismos que los que presenta la población general y son de carácter menor (fiebre, tos, dolor de garganta, vómitos, diarrea y dolor muscular), en comparación a la infección por influenza. Se trata de una estrategia efectiva para la madre y el hijo.


Importancia de que no te vacunes:

El embarazo es una condición de riesgo para desarrollar influenza severa y la mejor medida de prevención es la vacuna.

No se ha visto que el virus de la influenza por sí solo cause malformaciones congénitas. Sin embargo, la fiebre alta (ocasionada por la influenza) durante el embarazo puede aumentar el riesgo de malformaciones congénitas. Por lo tanto, la fiebre durante el embarazo debe ser tratada


3. INMUNIDAD DE GRUPO O EFECTO REBAÑO

La inmunidad de grupo o también conocida como efecto rebaño (herd immunity) es la protección de una determinada población ante una infección debido a que un alto porcentaje de sus individuos es inmune a ella.


Funciona de la siguiente forma:

Las vacunas benefician a las personas vacunadas como no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno, siempre y cuando la cobertura de vacunados sea lo más cercano al 100% posible.

Como las vacunas no son 100% efectivas, las personas que no resultan protegidas o quienes tengan contraindicación de vacunarse estarán igualmente protegidas por el "efecto rebaño" (ver la figura)



En la primera parte de la figura se muestra una comunidad donde no se ha realizado inmunización en la población, como resultado la enfermedad se disemina provocando un brote; en la casilla del medio se ilustra la situación en la que algunos miembros de la población están inmunizados, pero en proporción no son suficientes para lograr el efecto rebaño; finalmente, en la casilla inferior se evidencia que existe un porcentaje considerable de la población que se encuentra ya inmunizado, y por lo tanto, una mayor proporción de la comunidad protegida mediante la inmunidad de grupo o de rebaño.


Veamos la animación inferior: el efecto de la “inmunidad del rebaño” se atenúa significativamente en cada nivel de disminución de las tasas de vacunación. Cuando se produce un brote en una población en la que se ha realizado una vacunación cercana al 100% la enfermedad lucha para esparcirse pero la penetración lograda es mucho menor.



Cuando se alcanza un nivel lo suficientemente alto de vacunación, se bloquea efectivamente la enfermedad, no se puede propagar lo suficientemente rápido porque se encuentra con demasiados individuos vacunados, por lo que la mayoría de la población (incluso las personas no vacunadas) quedan protegidas




Porqué nos preocupa que no te vacunes y no vacunes a tus hijos:

- La vacunación contribuye a la protección de la sociedad entera, no sólo a la protección personal.

- La vacunación NO es una decisión personal: niños pequeños, ancianos y personas con inmunodeficiencias dependen de la inmunidad del grupo para sobrevivir cuando su sistema inmune no es suficiente. Es decir, dependen de todos nosotros. De ahí la importancia de su obligatoriedad.

- El riesgo de no vacunarse no es tomado solo por quien decide no hacerlo: el riesgo es asumido por el resto de la población, es un TEMA DE SALUD PÚBLICA.



Si en la actualidad vemos que los casos de enfermedades como el sarampión son escasas es por el gran avance que han significado las vacunas para la salud pública. El mundo ha olvidado como eran los días donde la viruela cobraba innumerables vidas ( 5 millones de muertes anuales) y la poliomielitis dejaba a pacientes con parálisis. La introducción, en 1981, de la vacuna de la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) ha contribuido, igualmente, a reducir considerablemente los casos de sarampión -actualmente con tasas de menos de un caso por 100.000 habitantes. En Europa gracias a la vacunación masiva se ha conseguido reducir en más del 95% el número de casos de sarampión, tos ferina, difteria, haemophilus influenzae. Enfermedades que representaban la primera causa de mortalidad en la primera mitad del siglo pasado.


Las vacunas son víctimas de su propio éxito.

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